viernes, 10 de junio de 2011

LA ARQUILLA




Éxo 1:6-9  Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación.
Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron,(A) y fueron aumentados y fortalecidos
Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José;(B) y dijo a su pueblo:
He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros.

Y el verso Éxo 1:22  Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca,(D) y a toda hija preservad la vida.

El pueblo israelita empezó a ser  subyugado  y finalmente esclavizado.

La multiplicación de los israelitas se  realiza en  la promesa de una numerosa descendencia hecha a Abraham (Gn 12.2; 13.15-16; 15.5; 17.5-6), Isaac (Gn 26.4,24) y Jacob (Gn 28.3,13-14; 35.11).


Comentario diario vivir

Éxo 1:1-22 
1.1 Los hijos de Israel, o israelitas, fueron los descendientes de Jacob, cuyo nombre fue cambiado a Israel después que luchó con el ángel (véase Gen_32:24-30). La familia de Jacob se había trasladado a Egipto por invitación de José, uno de los hijos de Jacob, el que llegó a ser un gran gobernador de Faraón.
La familia de Jacob creció hasta llegar a ser una gran nación. Pero, como extranjeros y recién llegados, sus vidas estaban en marcado contraste con las de los egipcios. Los hebreos adoraban a un Dios; los egipcios adoraban muchos dioses. Los hebreos eran nómadas; los egipcios tenían una cultura profundamente establecida. Los hebreos eran pastores; los egipcios eran constructores. Además de ser tan diferentes, los hebreos estaban físicamente separados del resto de los egipcios: vivían en Gosén, al norte de los grandes centros egipcios.

1.9, 10 Faraón temía que los israelitas fueran tan numerosos que pudieran organizarse y amenazar su reino. Los hizo esclavos para matar su espíritu y detener su crecimiento. La esclavitud era una práctica antigua utilizada por casi todas las naciones para "emplear" al pueblo conquistado y a otros cautivos. Es casi seguro que las grandes pirámides de Egipto fueron construidas mediante el trabajo de los esclavos. Aunque Israel no era una nación conquistada, el pueblo era extranjero y poseía menos derechos que los nativos egipcios.

1.11 Había en Egipto diferentes niveles de esclavitud. Algunos esclavos trabajaban largas horas en zanjas de lodo mientras que otros eran hábiles carpinteros, joyeros y artesanos. A pesar de la habilidad específica o del nivel, todos los esclavos eran vigilados por un capataz despiadado. Este capataz era una especie de opresor y su función era mantener a los esclavos trabajando tan rápidamente como fuera posible. Eran especialistas en hacer miserable la vida de un esclavo.

1.11 Los registros antiguos indican que estas ciudades se construyeron en 1290 a.C., por lo cual muchos eruditos insisten en que los hebreos dejaron Egipto en el siglo trece antes de Cristo. Al mirar otras evidencias, sin embargo, otros eruditos creen que los hebreos dejaron Egipto en 1446 a.C. ¿Cómo pudieron construir dos ciudades ciento cincuenta años después de salir? Los estudiosos sugieren que Ramsés II, el Faraón de 1290 a.C., no construyó las ciudades de almacenaje de Pitón y Ramesés. Sino que les volvió a poner nombre a dos ciudades que habían sido construidas ciento cincuenta años antes. Era una práctica común que un gobernante egipcio hiciera mejoras en una ciudad y luego se acreditara su construcción, y así borraba cualquier registro de fundadores anteriores. Véase también la segunda nota a 13.17, 18.

1.12 Los egipcios trataron de acabar con el pueblo hebreo al forzarlo a la esclavitud y al maltratarlo. Pero en lugar de eso, los hebreos se multiplicaron y se hicieron más fuertes. Cuando somos oprimidos o maltratados, podemos sentirnos derrotados. Pero nuestras cargas pueden fortalecernos más y desarrollar en nosotros algunas cualidades que nos prepararán para el futuro. Uno no puede triunfar sin problemas que superar. Agradézcale a Dios los momentos difíciles, porque hasta las peores situaciones, a la larga, pueden hacernos mejores.

1.15-17 Sifra y Fúa pudieron haber sido parteras supervisoras, por lo que se les hizo una mención especial. Las parteras hebreas ayudaban a las mujeres a dar a luz y cuidaban a los bebés hasta que la madre se recuperaba. Cuando Faraón ordenó a las parteras que mataran a los bebés hebreos varones, se lo estaba pidiendo a las personas equivocadas. Las parteras estaban para ayudar a nacer, no para matar. Estas mujeres mostraron un gran valor y amor a Dios arriesgando sus vidas al desobedecer la orden de Faraón.

1.17-21 Contrario a las ordenes de Faraón, las parteras preservaron la vida de los bebés hebreos. Su fe en Dios les dio el valor para pronunciarse por lo que sabían que era correcto. En esta situación, desobedecer a la autoridad era lo adecuado. Dios no espera que obedezcamos a una autoridad cuando esta nos pida que lo desobedezcamos a El o a su Palabra. La Biblia está llena de ejemplos de aquellos que estuvieron dispuestos a sacrificar sus propias vidas para obedecer a Dios o para salvar las vidas de otros. Ester y Mardoqueo (Est_3:2; Est_4:13-16), y Sadrac, Mesac y Abed-nego (Dan_3:16-18) son algunos que se pronunciaron a favor de lo que era correcto. Naciones enteras pueden ser atrapadas por la inmoralidad (odio racial, esclavitud, crueldad en las cárceles), pero seguir a la mayoría o a la autoridad no siempre es lo correcto. Cuando se nos ordena que actuemos en desobediencia a la Palabra de Dios, debemos "obedecer a Dios antes que a los hombres" (Act_5:29).

1.19-21 ¿Bendijo Dios a las parteras hebreas por mentirle a Faraón? Dios las bendijo no porque mintieron, sino porque salvaron las vidas de niños inocentes. Esto no significa que una mentira fuera necesariamente la mejor forma de contestarle a Faraón. Sin embargo, las parteras fueron bendecidas al no violar la ley suprema de Dios que prohíbe la matanza insensata de vidas inocentes.

Éxo 2:1-25 
2.1, 2 Aunque no se menciona aún ningún nombre, el bebé de esta historia es Moisés. La mamá y el papá de Moisés se llamaban Jocabed y Amram. Su hermano fue Aarón y su hermana María.

2.3 Esta arquilla de juncos fue construida por una mujer que sabía lo que estaba haciendo. Los barcos egipcios se hacían con estos mismos juncos y los calafateaban con brea. Estos juncos (también llamados papiros) podían ser recolectados en áreas pantanosas a lo largo del Nilo y crecían unos cinco metros. Así, un pequeño cesto oculto entre los juncos estaría bien aislado del clima y difícil de ver.

2.3ss La madre de Moisés sabía cuán errado sería destruir a su hijo. Pero era muy poco lo que podía hacer para cambiar la nueva ley de Faraón. Su única alternativa era ocultar al niño y colocarlo luego en una arquilla de juncos en el río. Dios utilizó su valerosa acción para poner a su hijo, el hebreo elegido, en la casa de Faraón. ¿Se siente a veces rodeado de maldad y frustrado por lo poco que puede hacer? Cuando se enfrente al mal, busque maneras de actuar contra él. Luego confíe en que Dios utilizará su esfuerzo, por muy pequeño que sea, en su lucha contra el mal.

2.5 ¿Quién era la hija de Faraón? Hay dos explicaciones populares. (1) Algunos creen que Hatshepsut fue la mujer que sacó a Moisés del río. Su esposo fue el Faraón Tutmosis II. (Esto coincidiría con la fecha del éxodo considerado anterior.) Aparentemente Hatshepsut no podía tener hijos, así que Tutmosis tuvo uno con otra mujer, el que llegó a ser heredero al trono. Hatshepsut habría considerado a Moisés un regalo de los dioses, ya que ahora tenía su propio hijo, que sería el heredero legítimo al trono. (2) Muchos piensan que la princesa que rescató al bebé Moisés era la hija de Ramesés II, un Faraón especialmente cruel que habría hecho miserable la vida de los esclavos hebreos. (Esto coincidiría con la fecha del éxodo considerado posterior.)

2.7, 8 María, la hermana del bebé, vio que la hija de Faraón había descubierto a Moisés. Rápidamente tomó la iniciativa de sugerirle a una nodriza (su madre) que pudiera cuidar al bebé. La Biblia no dice si María temía acercarse a la princesa egipcia, o si la princesa sospechaba de la hebrea. Pero María se acercó, y la hija de Faraón contrató los servicios de María y de su madre. Su familia había sido reunida otra vez. Inesperadamente, a menudo salen a nuestro paso oportunidades especiales. No permita que el temor de lo que pueda suceder lo haga perder una oportunidad cuando esta llegue. Esté alerta a las oportunidades que Dios le da y aprovéchese de ellas.

2.9 ¡La madre de Moisés se reunió con su bebé! Dios utilizó su valeroso acto de salvar y esconder a su hijo para empezar su plan de rescatar a su pueblo de Egipto. Dios no necesita mucho de nosotros para realizar su plan en nuestras vidas. Concentrarnos en nuestra difícil situación puede paralizarnos ya que esta puede parecer humanamente imposible. Pero concentrarnos en Dios y en su poder nos ayuda a encontrar una salida. Ahora mismo usted puede sentirse entre los "juncos" de la vida, incapaz de ver más allá de sus problemas. Mejor concéntrese y confíe en Dios para poder encontrar la salida. Eso es todo lo que El necesita para comenzar su obra en usted.


Éxo 2:3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río.
De juncos se refiere a una planta herbácea parecida al papiro. Una arquilla alude al arca que salvó a Noé.

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